Elbert Benjamin, un cientifico y astrologo del siglo XX

 


De "Beginner's Horoscope  MAKER and READER"

Capitulo 1
HAGAMOS UN COMIENZO SENCILLO


Lo primero que el estudiante principiante de astrología debe comprender claramente es la naturaleza de la interrelación entre los dos planos del ser, y cómo es posible que las energías no físicas, a través de las fuerzas electromagnéticas de línea límite que tienen aproximadamente la velocidad de la luz, influyan en la vida física. Las energías astrológicas, si bien pueden influir no solo en las energías electromagnéticas que tienen aproximadamente la velocidad de la luz, sino también en las energías electromagnéticas dentro de un organismo vivo en niveles donde las velocidades aun siendo mucho más lentas que la luz, no son físicas, sino que pertenecen principalmente al plano astral.

La Teoría Especial de la Relatividad, que se encuentra en la base de la física moderna tal como se enseña ahora en la mayoría de las universidades, sostiene que las velocidades físicas no pueden exceder la de la luz, y que cualquier cosa que se mueva con la velocidad de la luz ya no posee longitud, tiene una masa infinita y, por lo tanto, es impermeable a la atracción de la gravedad, y que para ello el tiempo se ha detenido. Sin embargo, existe una gran cantidad de pruebas (incluidas la precognición, la clarividencia y otros fenómenos psíquicos que los experimentadores de las universidades modernas han demostrado que tienen lugar, así como la acción de las energías astrológicas) que demuestran que existe un mundo interior en el que las velocidades son incluso mayores que las de la luz. Estos fenómenos requieren precisamente las propiedades que debe poseer un reino de velocidades tan altas. Es la región ocupada en todo momento por lo que los hombres de ciencia denominan mente subconsciente o mente inconsciente, que en realidad es idéntica al alma. 

Este mundo interior desde el cual las energías astro-lógicas, o de los astros, (estrellas) influyen en la vida física, se denomina “mundo astral” (perteneciente a las estrella) o “plano astral”. Su sustancia interpenetra todas las cosas físicas, y además de poseer una forma física, todo lo material también posee asociado a él una “forma astral”. La asociación es posible gracias a las energías electromagnéticas que acompañan a las cosas físicas. 

 Las velocidades del mundo astral son demasiado altas para afectar directamente a la sustancia física de baja velocidad, y las velocidades de la materia son demasiado bajas para afectar directamente a la sustancia astral de alta velocidad. Pero las energías electromagnéticas que, en el espacio, tienen una velocidad aproximada a la de la luz, no están demasiado alejadas en sus propiedades para evitar que sean influenciadas por las fuerzas de ambos reinos. Así es que el plano interior afecta al plano exterior y el plano exterior afecta al plano interior sólo a través de energías electromagnéticas de línea límite.

 Estas energías electromagnéticas están asociadas en cierto grado con toda sustancia física, pero son generadas en profusión por las células de la vida orgánica, y en particular por las células del sistema nervioso del cuerpo humano.

En el reino astral de las velocidades, como ya se indicó, las cosas no se comportan como lo hacen en el reino físico. Suceden cosas que desde la experiencia puramente física parecen imposibles. La precognición, por ejemplo, cuya existencia se ha demostrado definitivamente en Duke y otras universidades, es incomprensible desde el punto de vista de la relación física de causa y efecto. Sin embargo, los experimentos de investigadores universitarios han demostrado que el hombre tiene una facultad por la cual es posible reconocer eventos (como el orden en que se encontrarán las cartas cuando se barajen mecánicamente diez días después, y el orden en que los dados estarán boca arriba antes de que comiencen los lanzamientos) en el futuro. Y se ha demostrado que la distancia no tiene un efecto apreciable en la facilidad con que una persona a través de la percepción extrasensorial capta la imagen en la mente de otra persona. Por lo tanto, no debe sorprender que los planetas, aunque distantes de la tierra, ejerzan una profunda influencia a través de sus energías astrales sobre la forma astral del hombre, y que esto a su vez, impartiendo movimiento a las energías electromagnéticas del cuerpo físico, influya en sus pensamientos, su comportamiento y los acontecimientos que llegan a su vida.

 

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