Carta Astral de Alfonso XIII |
H. Selva es el astròlogo francès que mejor nos introduce a las ideas astrològicas de Morin. Sistematizò el conjunto de sus ideas de forma muy clara y didàctica. La Carta Astral resulta un mapa de las inclinaciones que las diversas energìas còsmicas proyectan sobre el individuo o los grupos de personas que tengan una dinàmica propia, nunca indicarà el resultado final de esa influencia ya que las energias còsmicas son una de las muchas que intervienen y el resultado final serà la suma o la combinaciòn de todas ellas. Morin, matemàtico y mèdico de formaciòn, a pesar de su fuerte religiosidad cristiana, se aparta totàlmente de cualquier supersticiòn tradicional y adopta el metodo racional propio de la ciencia. La obra de Morìn, escrita y publicada en latìn, como era habitual en su època, no tuvo la resonancia que merecìa por la dificultad de conseguirla y comprenderla. De los dos libros que conozco de Selva, "Teoria de las determinaciones astrologicas de Morin" y "Traite D'Astrologie Genethliaque", esta parte corresponde al primero de ellos, y el segundo libro se puede descargar directamente en archive.com, en frances.
El primer punto interesante que he seleccionado es el caso de un solo planeta ubicado en una Casa astrológica. Sobre este asunto Selva se expresa asi:
"Cuando solo un Planeta ocupa una de las Casas de la figura natal, es su acción principalmente la que se sentirá en la categoría de las cosas con las que se relaciona esa Casa, ya sea que el Planeta está allí al mismo tiempo en su propio Domicilio, o en el de otro planeta. Esta acción será más poderosa que la de los Planetas que dominan en esa Casa o cuyos aspectos caen en ella, y esto por la razón indicada antes la presencia de un Planeta vale más que la dominación de un Planeta ausente, la determinación por posición fisica sera inmediata, por lo tanto de todas la más efectiva.
Esta afirmación se confirma entre otras cosas por Gauric y Junctin cuando dicen que un planeta ubicado en la C1, ya sea en el Signo Ascendente, o en el Signo interceptado, no solo pasa a ser el principal Significador de la organización moral e intelectual del sujeto, sino que Rige y participa en ella. Origanus también suscribe esta opinión. Si esto es cierto para la organización mental, ¿por qué no es lo mismo para la propiedad, para el matrimonio, para las distinciones, ya que debe admitirse que las estrellas actúan uniformemente?
Pero cuando el planeta esta al mismo tiempo en su propio Signo (Domicilio), y por tanto es su propio Regente, los juicios deben basarse enteramente en su propia naturaleza y su constitución accidental, es decir, su estado celeste y su determinación local. Por lo demás, para juzgar si ese planeta llevará a cabo las cosas o hechos atribuidos a la Casa en cuestión, o los frustrara o impedira, o los hará desaparecer nuevamente después de realizarlos, o sera una fuente de felicidad o de infelicidad, primero se debe tener en cuenta la naturaleza del Planeta, luego de su estado celeste, finàlmente de sus determinaciones segùn la posición fisica.
En cuanto a la naturaleza del Planeta, su afinidad debe observarse por analogía con las categorías con las que se relacionan los significados de la Casa astrológica considerada. Así, el Sol en la C10, considerado en sí mismo, confiere distinciones debido a su afinidad natural con ellos. Por otro lado, Saturno, considerado en sí mismo, impedirá las distinciones por la razón opuesta. Considere tambien, que accidentalmente el Sol en la C10 puede impedir distinciones, cuando por su estado celeste está mal dispuesto a ella, como por ejemplo si se encuentra en Exilio, en Caída, Peregrino, en <Cua> u <Opo> con un Maléfico, entonces, es peor, cuando al mismo tiempo su Regente está mal dispuesto; o cuando el Sol en la C10 tiende a elevar el sujeto por su posición en esa Casa y por su analogía puede causar accidentalmente que esta elevación sea rodeada de dificultades, preocupaciones y desgracias, que serán mucho mayores si el estado celeste del Sol fuera peor. Por otra parte Saturno en la C10 accidentalmente será la causa de los honores si se encuentra por ejemplo en su propia Casa celeste, o en Exaltación, oriental al Sol, con movimiento rapido, directo y en <Tri> con el Sol, la Luna, Júpiter o Venus.
De manera similar, Marte en C7 fomentará luchas, disputas, trifulcas, que Venus sola prevendrá o apaciguará. Júpiter en la C2 dará riquezas, incluso Saturno, por sí mismo, impedirá la adquisición, y Marte hará que se disipen. Saturno en la C12 provocará graves enfermedades, enemistades ocultas y encarcelamientos, de los cuales Júpiter, por sí mismo, protegerá o liberará por ser contrario; y así sucesivamente.
Cualquier Planeta que por sí mismo tenga un significado análogo al de la Casa que ocupa o que domina, logra este significado para bien o para mal, según la concordancia de su estado celeste o las contrariedades que experimente. Pues si su propio significado es contrario a la de la casa que ocupa o en la que domina, impide o dificulta la realización, o vuelve a destruir lo que al pricipio habia producido, o se convierte en una fuente de desgracias.
Sobre el estado celeste de un Planeta en general, se debe saber que cualquier Planeta favorablemente dispuesto (como por ejemplo cuando está en su propia Casa, en Exaltación, en Trigonomancia, Oriental del Sol, al oeste de la Luna, libre de toda relación fatal con los maléficos, en movimiento rápido, directo, etc.) generalmente debe considerarse como benéfico en alguna Casa astrológica en particular si se favorece por los buenos aspectos de los Beneficos (*). porque la buena o mala calidad de la influencia de un Planeta, ya sea resultado de su naturaleza o de su estado celeste, no puede ser neutralizado o alterado por la posición de este Planeta en tal o cual Casa astrológica, estas Casas determinan solo la dirección de sus efectos Sin embargo, como la acción de los planetas es tanto más eficaz si su estado celeste concuerda más íntimamente con su naturaleza, tenemos la razón por la que la actividad de los Maléficos, cuya eficacia se vera aumentada, siempre debe considerarse como sospechosa en cuanto a sus efectos, incluso peligrosos, si se trata de las Casas VII, VIII y XII, es decir enemistades, muerte, enfermedad, prisión, etc., ya que los Planetas naturalmente maléficos"
(*) Cuando se escribe Maleficos y Beneficos con la inicial en mayúscula, se refiere a los planetas esencialmente maléficos (Saturno y Marte) y benéficos (Júpiter y Venus).
"Véase Morin, Lib. XVIII, cap. V.: Los Maléficos, Saturno y Marte, producen también cosas notablemente felices cuando se ubican en sus Casas celestes o en su Exaltación y al mismo tiempo en Casas astrológicas congruentes, dondequiera que estén dominando (como en la C10 para honores, etc.). Esto especialmente si son favorecidos por aspectos felices del Sol y la Luna, o incluso otros planetas Beneficos. Sin embargo, casi siempre su acción benéfica va acompañado de peligros y grandes dificultades (lo que la hace destacar aún más ya que termina ganando) o se basa en el uso de medios inicuos o reprobables. Pero si bien constituidos como están, estos Maléficos son siempre por naturaleza principalmente propensos al daño que poseen por sí mismos una analogía siempre eficaz con estas diversas dolencias, y por lo tanto tienden naturalmente hacia su realización. Así que Marte exaltado en la C7 suscita poderosas enemistades; en cambio en la C8, incluso en Aries que es su Casa celeste, podemos ver por ejemplo el tema de la natividad de Henri d'Effiat, que puede provocar una muerte violenta. La regla general dada en la página anterior, por lo tanto, debe cambiarse a Marte y Saturno en el sentido que en estado celeste favorable y en Casa feliz permite prever cosas felices; mientras que, incluso en un estado celeste favorable, pero ubicado en casas infelices (C8 o C12 y parcialmente en la C7) producen cosas infelices. Así que cuando están en el Horoscopo, o en el Medio Cielo y son peregrinos, estar mal dispuestos y no poseen ninguna Dignidad esencial en esos lugares, causarán males considerable. Estos seguirán siendo mucho mayores, si concurriendo a las circunstancias anteriores Saturno y Marte vienen a golpear al Regente de la C1 o C10 con aspectos maléficos.
@P.m
(I-B-2) En cambio, cualquier Planeta mal dispuesto por su estado celeste, como cuando está en el Exilio, Caído, retrógrado, en mal aspecto con los Maléficos, sin ningún aspecto con los Beneficos, debe considerarse como universalmente malefico para todo el mundo sublunar, por lo tanto también en particular para cualquier individuo nacido entonces, cualquiera que sea la Casa astrológica en la que se encuentre fisicamente o en la que domine: porque en esta tendra el mismo influjo del Planeta que este corrompido. Este caracter malefico se mostrará aún más enérgicamente entre los Planetas naturalmente maléficos; también en un estado celeste funesto suelen producir o degradación moral, o deshonra, o mutilación, o deformidad, o la caída de una alta posición, o exilio, prisión, enfermedades graves, muerte violenta u otros desastres similares, dependiendo de las determinaciones particulares a las que se someten en virtud de la posición o dominio en dicha Casa astrológica, (Ejemplo: Saturno en Leo en C8 ---> Muerte violenta y miserable).
@P.r
(I-B-3) Finalmente la acción de un planeta en estado celeste mediocre, como cuando es peregrino, en aspecto desfavorable a los Beneficos o en aspecto favorable con los Maléficos, etc., mantendrán el término medio entre lo bueno y los efectos malos.
Por supuesto, cuantos más elementos tenga el estado celeste favorable, más tenderà la acción del Planeta a producir buenos efectos, y viceversa. Y esto tanto universalmente como particularmente; porque la actividad de los cuerpos celestes es determinable hacia los individuos, y su acción universal se compone así de acciones particulares."
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