El inicio del cristianismo en España

 


Leovigildo  (? - 586) (arriano)

La dominación de los godos en España suele dividirse en tres periodos: 
1º    el periodo ostrogodo (507-549); 
2º   el periodo arriano      (549-589), con reyes cristianos unitarios; y 
3º   el periodo católico    (586-711), con reyes cristianos trinitarios.

"El arrianismo fue la religión oficial del Estado desde entonces hasta la abjuración de Recaredo en 589; es decir, por unos ciento ochenta años. Los reyes godos llevaron a cabo una política que en términos modernos, sensu lato, se llamaría liberal. Tuvo entonces la suerte el débil cristianismo hispánico de no ser perseguido. Se ha demostado hoy día que el mismo Leovigildo a pesar de cierta tradición no había hostigado a los cristianos trinitarios. Hasta los judíos pudieron practicar en paz su religión. Tuvieron por consecuencia estos hechos el auge del unitarismo en general y del arrianismo en particular, con la consiguiente flaqueza de los trinitarios. Por esto pudo escribir Gregorio de Tours (muere en 594) que en la España de su tiempo los «cristianos», es decir, los de obediencia romana eran muy pocos (pauci)."


"Alentado por su independencia, cumple Eurico el propósito de romper con Bizancio. Convierte el arrianismo en la religión del Estado en gran parte de Francia y de España que gobierna. Se propaga la herejía con tanta mayor facilidad cuanto que existe en la nación un ambiente propicio. Se combina con el priscilianismo para dar mayor auge a las concepciones unitarias. Como en Oriente, al movimiento se añaden sectas de valor secundario, pero que niegan la Trinidad. Entonces, favorecido por el prestigio que da el trono y por la eficacia de los gobiernos arrianos que supieron mantener la paz y acaso con Leovigildo incrementar la prosperidad, se difunde el arrianismo. Desde entonces existe en España una opinión unitaria, que se mantendrá hasta el siglo VIII, disimulada por el optimismo aparente oficial." 
 
"En España, en tiempos de los reyes arrianos no fueron perseguidos los judíos. Las leyes godas y los cánones de los concilios empiezan a tomar medidas en contra de ellos después de la conversión de Recaredo. La persecución empieza con Recesvinto y el XII Concilio de Toledo, canon VIII. Con Ervigio que según Thompson fue un juguete de los obispos y de los nobles, se llegó a extremos inimaginables: El bautismo era forzoso y obligatorio. Al cabo del año si no se hubiera bautizado el judío recibiría cien latigazos, seria desterrado y sus bienes confiscados. "
 
Recaredo I, hijo de Leovigildo (Trinitario)

" No se debía hacer la circuncisión: en caso de descubrirse, «el circuncidado como el realizador serían condenados a que se les cortasen los genitales, así como a perder todas sus propiedades. Thompson: Ibid., p. 269. "

"El canon X del VIII Concilio de Toledo establece o confirma un verdadero pacto constantiniano: De ahora en adelante, pues, de tal modo serán designados los reyes para ocupar el trono regio, que sea en la ciudad real, sea en el lugar donde el rey haya muerto, será elegido con el voto de los obispos y de lo más noble de palacio, y no fuera, por la conspiración de pocos, o por el tumulto sedicioso de los pueblos rústicos. Serán seguidores de la fe católica, defendiéndola de esta amenazadora infidelidad de los judíos y de las ofensas de todas las herejías… Para congraciarse con Recesvinto, lo que no consiguieron, establecieron los obispos que a todo noble, laico o eclesiástico, que hablara mal del monarca, se le confiscaría la mitad de sus bienes. El rey, por su parte, para congraciarse con ellos empezó la terrible persecución en contra de los judíos. Es curioso notar que Ervigio al seguir la legislación de su predecesor y aumentarla con cruentos castigos, pone en el mismo saco a los herejes y a los judíos: Canon IX del XII Concilio toledano: Ley de renovación de las leyes anteriores que han sido promulgadas contra las transgresiones de los judíos y de la nueva confirmación de las mismas Idem: de los blasfemadores de la Santa Trinidad "

"Leovigildo que se empeñó en unir las dos ramas del cristianismo por mutuas concesiones; lo que acaso hubiera impedido la guerra civil."


 En lo poco queda de aquellos tiempos podemos deducir que los trinitarios eran bastante extremistas e intolerantes:

" En 580, envía Leovigildo a Mérida uno de sus obispos arrianos, llamado Sunna, para que tratara de convertir a su casa a Mausona, el obispo trinitario de la ciudad, una de las másimportantes del tiempo. Hubo una discusión públicaentre los dos teólogos. Un testigo ocular de esta controversia que era trinitario, Pablo de Mérida, describe en estos términos al obispo herético: «Hombre funesto, de expresión lúgubre, el gesto horrible, el espíritu perverso, depravadas las costumbres, el verbo mentiroso, obscenas las palabras, ampuloso en sus expresiones, vacio por dentro, vanidoso por fuera, hueco en su fuero interno, hinchado en el exterior, faltándole toda clase de virtudes, deforme en los dos casos, indigno en las dos ocasiones, rico en maldades, culpable de todos los delitos, merece por lo menos una muerte eterna.. ; En Vitae patrum emeritensium. Flórez: España sagrada, t. XIII, p. 335."

El hijo de Leovigildo, Recaredo abolio el arrianismo e impuso la religion catolica trinitaria:

Flórez: España sagrada,t. V, p. 212. "Recaredo, rey de los godos, acogiéndose por amor divino a la religión católica fue en un principio bautizado en secreto; luego ordenó a todos los godos que pertenecían a la secta arriana reunirse en Toledo y que se le presentaran todos los libros arrianos, los cuales amontonados en una casa ordenó que le prendieran fuego."


Citado por Olague  "LA REVOLUCIÓN ISLÁMICA EN OCCIDENTE"

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