¿Con quién iniciar una relación de pareja?, para
responder a esa pregunta debemos analizar 3 harmonías básicas: la
harmonía física, la harmonía mental y la harmonía espiritual.
Entre
dos personas tan próximas como son las que forman una pareja se
produce inevitablemente un intercambio de sus energías
electromagnéticas. El cuerpo etérico es el formado por esas
energías de doble polaridad, un polo solar o eléctrico y otro polo
lunar o magnético. Esa energía que se forma a consecuencia de los
procesos químicos del cuerpo físico son lo que constituye la vida
de la forma física. Esa energía discurre por los nervios del cuerpo
y sintonizando allí donde la energía de algún determinado planeta
resulta similar. La cualidad de la energía de polaridad solar
quedará determinada por el signo de posición del Sol y la energía
lunar por el signo de posición de la Luna.
Cualquier
foco emisor de energia aspectando a Mercurio a través de la actividad
mental consciente, y mientras esta se produce, estimulara el cuerpo
etérico. Además de estos estímulos temporales, los producidos por
el Sol o la Luna y sus aspectos pueden considerarse permanentes. Como
pasa en un sintonizador de radio estas energías deben descargarse a
tierra, en el esquema astral esto se hace a través del Ascendente,
constituyendose así lo que conocemos como “magnetismo
personal”, que resulta esencial para valorar la
oportunidad de la futura relación de pareja.
Para
reconocer la cualidad del magnetismo personal no solo debemos tener
en cuenta el signo Ascendente sino también los planetas presentas
allí. El magnetismo personal no es pues una energía simple sino el
producto de la combinación de muchas otras energías procedentes de
la Casa 1 y de los aspectos de esos emisores energéticos al polo
solar y al polo lunar del cuerpo eterico.
El
magnetismo de algunas de estas energías fusionan bien con otras y
algo mas difícilmente con otras, las procedentes de signos del mismo
elemento fusionan sin perdida ni perturbación alguna, entre signos
de diferente elemento esta fusión lleva consigo perdidas de energía
y cambios en sus características. El magnetismo personal esta
también muy condicionado por la actitud mental y el resto de
energías presentes. Por ejemplo Si el polo solar tiene presente algo
de energía uraniana esta energía pasara al magnetismo personal a
través de la polaridad solar.
En
la pareja resulta enriquecedora la presencia de magnetismos personales
complementarios de modo que energías ausentes o escasas en un cuerpo
etérico entren en su formación a través de la pareja si allí esa
energía es abundante, dicho de otro modo, junto a la unión o similitud son
necesarios elementos complementarios para que se mantenga la harmonía
física en la pareja, esos puntos de fusión son mas permanentes
cuando se canalizan a través de los polos energéticos del cuerpo
eterico, es decir el Sol, la
Luna, sus aspectos o el
Ascendente y sus relaciones.
En
la pareja el Sol, la Luna o el Ascendente comunes son siempre
favorables, el resto de factores contribuirán a la complementariedad
y deben estudiarse caso a caso. Por ejemplo un Mercurio
prominente y en buen Estado cósmico en una persona es un buen
complemento con Saturno también
prominente y bien aspectado y dignificado, en su pareja cuyos
elementos de fusión estén constituidos con la fuerza suficiente
para poder hablar de fusión de energías. En el ejemplo citado esa
pareja podrá unir una gran capacidad metal e inteligencia en
acciones de carácter practico y siempre con los pies en el suelo
firme, lo cual le dará una gran capacidad para multiplicar sus
éxitos en estos asuntos de naturaleza practica y material.
Los
signos y planetas eléctricos o positivos dan energía solar al
cuerpo eterico, los signos y planetas magnéticos dan energía de
polaridad lunar, como muy pocas personas son de carácter eléctrico
o magnético en exclusiva siempre estarán presentes las dos formas
de vibración energética en mayor o menor grado.
Veamos
otros ejemplos, si viéramos a Saturno
en una carta y Marte en el mismo
grado en otra estaríamos ante un caso de fuerte asociación de
energías. Si Saturno estuviera
afligido o perturbado, reprimido o pervertido la energía que
trasmitiría a Marte seria muy
poco harmoniosa, y desde luego será un factor muy negativo que
perjudicará a ambos.
Entre
Venus y Marte
el intercambio de energía suele ser positivo, Venus en una carta y
Marte en la otra unidos por aspectos harmonicos y no especialmente
reprimidos, y mejor aun si están dignificados, exaltados y
saludables darán a la pareja el elemento de complementariedad que
representa el cariño, el sexo, la pasión y el amor en toda su
extensión.
Cambien
debemos considerar las Casas de posición de los emisores de energía,
por ejemplo si una persona tiene la cúspide de la Casa 10 en Virgo y
la otra persona tiene Júpiter en
Virgo, su influencia sobre su pareja se hará sentir sobre todo en el
ámbito profesional y los negocios.
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