La idea oriental del Karma con frecuencia ha sido mal interpretada en occidente debido a la insuficiente comprensión que del mismo se formaron sus primeros divulgadores. Estos lo identificaron con la idea de destino o fatalidad, lo cual parece estar bastante alejado de la realidad.
Swami Vivekananda |
El Karma es uno de los principios fundamentales de la cultura y conciencia hindú. Swami Vivekamanda , acerca de este concepto escribió:
"La doctrina védica del karma es lo mismo que en el judaismo y en otras religiones se expresa como purificación de la mente a través de sacrificios y otros procedimientos externos".
Los tratados filosóficos "Los Upanishads" que se escribieron entre los años 1500-600 adc se indica que el Karma establece la relación entre las personas y lo que han realizado en cada reencarnación, es decir, establecen que existe una relación moral y de responsabilidad entre el individuo, que es libre, y sus acciones.
El Karma es totalmente diferente a la idea de Destino, pues es algo vamos construyendo cada uno de nosotros con nuestras acciones diarias, que vamos acumulando, pero que en ningún caso nos puede determinar absolútamente. El Karma es una de las 36 evoluciones primarias denominadas "Tattvas" que empezando en la Pavashakt (Conciencia pura), llega a La Tattva nº 36, que es la materia. En esa relación el Karma es la Tattva nº 8 y se le llama "hiyati tattva", una forma de energía de caracter magnético - espiritual. Con el adjetivo magnético se expresa muy claramente la esencia del Karma, pues el Karma es algo que atraemos en lugar de algo que despedimos.
El mecanismo de funcionamiento del Karma se basa en el principio de que todo atrae a lo que le es semejante. Por ejemplo, una buena acción atraerá bondad, una acción agresiva atraerá violencia, etc.... Explicando esto en otros términos diríamos que es como si cada acción que realizamos creara una oscilación o vibración de carácter semejante.
Los indios le llaman a esta oscilación "Vasana" y en el hermetismo sería algo parecido a una "contrapartida astral". Los Vasana podríamos imaginarlos como conjuntos o aglomerados formados por impresiones inconscientes y a estos Vasana es a lo que se les atribuye el carácter magnético. Cada Vasana, una vez se ha formado, continua actuando como un centro magnético de acciones semejantes, esto lo realizará hasta que el Vasana quede complétamente desmagnetizado. La desmagnetización puede realizarse de forma espontánea mediante nuevas experiencias que lo modifiquen o bien de forma consciente, es decir, mediante la toma de conciencia de la naturaleza buena o mala de nuestras acciones, y mediante prácticas espirituales adecuadas, en el hermetismo esto se denomina "alquimia espiritual"..
Los indios le llaman a esta oscilación "Vasana" y en el hermetismo sería algo parecido a una "contrapartida astral". Los Vasana podríamos imaginarlos como conjuntos o aglomerados formados por impresiones inconscientes y a estos Vasana es a lo que se les atribuye el carácter magnético. Cada Vasana, una vez se ha formado, continua actuando como un centro magnético de acciones semejantes, esto lo realizará hasta que el Vasana quede complétamente desmagnetizado. La desmagnetización puede realizarse de forma espontánea mediante nuevas experiencias que lo modifiquen o bien de forma consciente, es decir, mediante la toma de conciencia de la naturaleza buena o mala de nuestras acciones, y mediante prácticas espirituales adecuadas, en el hermetismo esto se denomina "alquimia espiritual"..
Muchos han querido ver en la idea del Karma un sistema de premios y castigos, pero este no es un significado universálmente aceptado. Esta idea se fué gestando por la orientación de organizaciones sacerdotales que querían justificar así privilegios de clase o de casta, y de esa forma perpetuar una vida a costa de súbditos que subsistían en la miseria.
Esta visión de la doctrina del Karma esta muy lejos de su auténtica naturaleza. En occidente, la idea de un karma=premio o karma=castigo se extendió con facilidad debido a que esa idea parecía recordar la relación entre el Ser Humano y su Dios en las religiones de origen judaico, en las cuales "Dios premia a los buenos y castiga a los pecadores". Así pues, con nuestra mentalidad occidental resultaba fácil malinterpretar el karma como algo análogo.
Se supone que el viaje o evolución del alma mediante la reencarnación tiene un propósito, su perfeccionamiento mediante la experiencia, y en ese perfeccionamiento debe conocer tanto la riqueza como la pobreza, la salud y la enfermedad, la felicidad y la tristeza. Sin todas esas experiencias contradictorias, el alma no podría alcanzar la suficiente sabiduría y estaría por tanto incompleta.
Esa es la razón por la que decimos que podemos conocer algo de nuestra herencia karmica con el estudio de la carta astral, pues en un parto natural, no inducido, la analogía entre el karma y las corrientes astrales tiene que haberse producido. En caso contrario, el parto no se habría tenido lugar de forma natural. Pero una vez que estamos en este mundo vamos construyendo nuestro cuerpo y nuestra alma con relativa libertad.
Según esta doctrina, el Karma recibido puede conocerse astrológicamente con el estudio del momento de nacimiento, ese Karma condicionará nuestro caracter de salida. Muchas deficiencias están allí dibujadas, pero también algunas ventajas, podemos aprovechar de ese conocimiento y desprendernos de la mayor cantidad de Karma negativo posible para alcanzar planos de existencia mas elevados en sentido espiritual.
Para desprenderse del Karma negativo, el astrólogo hermético Elbert Benjamín formuló una relación cósmica fundamental que consiste en que cada uno debe "contribuir, en lo mas posible, al bienestar universal", que entiende como resumen o síntesis de todas las leyes espirituales. Esta ley universal, que es el centro de toda su doctrina astral, la especifica un poco mas mediante la formulación de las cuatro liberaciones básicas del ser humano:
Para desprenderse del Karma negativo, el astrólogo hermético Elbert Benjamín formuló una relación cósmica fundamental que consiste en que cada uno debe "contribuir, en lo mas posible, al bienestar universal", que entiende como resumen o síntesis de todas las leyes espirituales. Esta ley universal, que es el centro de toda su doctrina astral, la especifica un poco mas mediante la formulación de las cuatro liberaciones básicas del ser humano:
A) La liberación de las necesidades materiales: es decir la eliminación del hambre, la falta de cobijo, etc,
B) La liberación del miedo: es decir la extensión de los medios de cultura a todos los pueblos y poder superar así la ignorancia, la superstición, el dogmatismo, etc.
C) Libertad de expresión: es decir la posibilidad de que todos los pueblos puedan vivir sin ningún tipo de opresión social, sexual, étnica, etc..
D) Libertad de culto: es decir el fomento de la tolerancia, la aceptación de la diferencia... .
Mediante este programa espiritual básico, Elbert Benjamin expone su doctrina astro-religiosa que se puede calificar de doctrina astral de la liberalización, asegurando un crecimiento espiritual basado en la libertad, la cooperación y la tolerancia.
Según esta doctrina, el crecimiento espiritual o dicho de otra forma la eliminación del Karma, no se puede conseguir mediante un proceso a nivel personal exclusivamente, sino a nivel colectivo, en la acción diaria del individuo en la sociedad. Una liberación o crecimiento espiritual personal se conseguiría solo mediante un compromiso de contribución a la liberación de los demás seres humanos de las cuatro ataduras descritas antes; entiende E. Benjamín que quien busca la felicidad personal ignorando el sufrimiento ajeno no hace sino reforzar sus impulsos egoístas y por tanto añadirá mas Karma y se alejará aun mas de planos de existencia mas elevados. La idea de un camino de misticismo individual, de la entrega a la devoción en la soledad, en el aislamiento o en el celibato, y ajeno a la sociedad, a sus sufrimientos o a sus alegrías, resultaría un ejercicio espirituálmente estéril e incluso en muchos casos pernicioso. Estos comportamientos pueden ser el origen de perversiones espirituales y psíquicas, que pueden llegar a ser autenticas enfermedades del alma y de la mente.
Según esta doctrina, el crecimiento espiritual o dicho de otra forma la eliminación del Karma, no se puede conseguir mediante un proceso a nivel personal exclusivamente, sino a nivel colectivo, en la acción diaria del individuo en la sociedad. Una liberación o crecimiento espiritual personal se conseguiría solo mediante un compromiso de contribución a la liberación de los demás seres humanos de las cuatro ataduras descritas antes; entiende E. Benjamín que quien busca la felicidad personal ignorando el sufrimiento ajeno no hace sino reforzar sus impulsos egoístas y por tanto añadirá mas Karma y se alejará aun mas de planos de existencia mas elevados. La idea de un camino de misticismo individual, de la entrega a la devoción en la soledad, en el aislamiento o en el celibato, y ajeno a la sociedad, a sus sufrimientos o a sus alegrías, resultaría un ejercicio espirituálmente estéril e incluso en muchos casos pernicioso. Estos comportamientos pueden ser el origen de perversiones espirituales y psíquicas, que pueden llegar a ser autenticas enfermedades del alma y de la mente.
Para Elbert Benjamin y para T. H. Burgoyne la adopción de las ideas orientales en occidente, en la forma en que fueron difundidas por M. Blavatsky, entre otros, a través de la Sociedad Teosófica , habrían hecho mucho daño al ocultismo y a la teosofía, pues según estos ocultistas herméticos, M. Blavatsky había aceptado como validas, ideas que ya eran muy desfasadas y anacrónicas (karma y castas en su forma mas clerical y materialista), propias de la India bramánica, ideas que ya habían sido rechazadas por destacados maestros espirituales de la India. Por ejemplo Ranga Hilyod en su obra "Brahmanismo iluminado: la verdadera teosofía" expone la doctrina del karma excluyendo la idea de premios o de castigos en vidas en que no se tiene el recuerdo de las acciones de otras vidas, ya que esto es moralmente injusto como puede fácilmente comprenderse, dicho de otro modo, el alma solo puede tener responsabilidad moral cuando actúa consciéntemente:
En una reencarnación en la que no tenemos conciencia de lo realizado en la vida anterior, no puede establecerse un premio o un castigo como redención o purificación, pues esa supuesta redención no operaria en el plano espiritual, o del alma, del individuo, ignorante de su supuesta culpa o merito, en ningún sentido positivo ni negativo.
Este es el punto de fricción mas esencial entre la doctrina hermética o astral del karma y la doctrina del ocultismo esotérico tal como se difundió en occidente por los primeros teósofos y algunos sectores del orientalismo actual. Esta distinción es importante pues sin entrar en el materialismo, puede ayudar a alcanzar una mayor cota de espiritualidad.
"Es por esta razón por la que deseo prevenir al mundo de Occidente, que, al admitir las ideas de la India para abrir las puertas del conocimiento del mundo espiritual, discriminen entre las puras doctrinas de los Vedas y las fantásticas teorías de los pretendientes ignorantes y astutos que cierran las puertas en todos los lugares al influjo de ideas espirituales inteligentes." Ranga Hilyod
En una reencarnación en la que no tenemos conciencia de lo realizado en la vida anterior, no puede establecerse un premio o un castigo como redención o purificación, pues esa supuesta redención no operaria en el plano espiritual, o del alma, del individuo, ignorante de su supuesta culpa o merito, en ningún sentido positivo ni negativo.
Este es el punto de fricción mas esencial entre la doctrina hermética o astral del karma y la doctrina del ocultismo esotérico tal como se difundió en occidente por los primeros teósofos y algunos sectores del orientalismo actual. Esta distinción es importante pues sin entrar en el materialismo, puede ayudar a alcanzar una mayor cota de espiritualidad.
Estas palabras aclaran mi estudio de la vida.
ResponderEliminarLos felicitos por aportar verdad.